Dansa València despliega cuatro piezas breves en los claustros del Centre del Carme
- El claustro gótico acogerá las representaciones de CocinandoDanza, Cia. Marroch y Daniel Doña
- El claustro renacentista será el escenario del pícnic de Júlia Godino i Alexa Moya
Dansa València,el festival organizado por Cultura de la Generalitat mediante el IVC, celebra mañana, 11 de abril, una matinal de cuatro espectáculos en el Centre del Carme (calle Museu, 2 y 4).
El antiguo convento rehabilitado para uso cultural acoge la segunda y última jornada del ciclo ‘Moviments Urbans’, una iniciativa desarrollada en colaboración con la Concejalía de Acción Cultural del Ayuntamiento de Valencia que aspira a situar la danza en espacios donde no se programa habitualmente.
Claustro gótico
El claustro gótico será el escenario para tres de las piezas breves programadas. En este espacio de severos arcos apuntados y ménsulas con animales monstruosos, figuras antropomorfas y escudos heráldicos, los valencianos CocinandoDanza enseñarán a los más pequeños las normas de circulación a través de ‘Trànsit’. La propuesta demostrará que los pasos de peatones, los semáforos y las señales de tráfico pueden conformar una danza de color. Los bailarines enseñarán a los espectadores todo lo que necesitan saber para circular con seguridad y hacerlo, además, de una manera sostenible y respetuosa con el medio patrimonial.
El claustro, construido en los siglos XIV y XV, acogerá a las 12:30 horas a la compañía emergente alicantina Marroch para representar su coreografía ‘Entre nosotros’, sobre las relaciones interpersonales, y a las 13:15 horas a Daniel Doña (Granada), que en el trío ‘Campo cerrado’ rastrea las huellas culturales y artísticas de los años cuarenta y cincuenta que dieron lugar a las vanguardias de posguerra en España.
Claustro renacentista
Júlia Godino y Alexa Moya (Barcelona) bailarán a las 12:00 horas su ‘Picnic on the Moon’ junto al pozo del claustro renacentista, una galería de columnas que se proyectó en la segunda mitad del siglo XVI, aunque su conclusión se demoró hasta el primer cuarto del siglo XVII. En la coreografía, las bailarinas juegan con los conceptos de verdadero y falso a partir de la experiencia de un pícnic al sol en el sur de Francia.
