‘When the phone rang’: el desarraigo de los migrantes nunca termina
Su directora, Iva Radivojević, desactiva los recuerdos que experimentó siendo una niña en la Yugoslavia de los 90
“Cuando el teléfono sonó era viernes y este país todavía existía”, se dirige al espectador una voz en off a lo largo de la película. A un lado del aparato, una niña de once años; al otro, una sucesión de llamadas que anuncian desde malas noticias, como la muerte de un familiar cercano, hasta otras más mundanas recibidas de compañeras de colegio. Son esas llamadas, aunque ahora ficcionadas, las que vivió la directora, guionista y montadora Iva Radivojević y que recupera a través de la filmación de ‘When the phone rang’, proyectada hoy en Sección Oficial de la Mostra.
El largometraje acumula once llamadas telefónicas, once episodios que conforman una película con la que la directora desactiva sus recuerdos más personales. Y cada acontecimiento comienza con el timbre del teléfono y termina con un movimiento de maletas y una partida. ‘When the phone rang’ se erige como una propuesta fragmentada del mismo modo que se fragmenta la memoria. Su productora, Andrijana Sofranić Šućur, ya desde la Mostra, asegura que “la directora está muy interesada en hacer cine sobre esta desmembración del país, del desarraigo y de las memorias fragmentadas que surgen de este hecho, pero también de su propia vida, pues mucha gente tuvo que irse del país”.
Como cineasta siempre dispuesta a llevar a la pantalla el desplazamiento y su influencia en la búsqueda de identidad, en ‘When the phone rang’ resuenan las huellas de abandonar una nación en guerra, la disolución de un país (su patria) y los efectos de la migración forzosa cuando aún era una niña. Ella, como le ocurre a su personaje protagonista, abandonó Yugoslavia en 1992 junto a su madre y hermana.
Rodada en 16 mm, en ‘When the phone rang’ se consigue esa calidez granulada y carente nitidez que no es otra que la textura del recuerdo. Unas instantáneas cargadas de nostalgia reflexiva que no alcanzarían el mismo resultado de haberse rodado en formato digital. A través de una reconstrucción íntima de esas llamadas, la película investiga la dislocación y la naturaleza del recuerdo. Entre otros de sus recursos, destaca el uso de una voz en off, que, según explica la directora “surgió desde un momento primigenio, antes de la escritura del guion. Se trataba de un relato muy personal y la directora trató con ello de darle mayor objetividad”, apunta Sofranić.
Presentada en la sección Concorso Cineasti del Presente del Festival de Locarno, en la cinta también se hacen visibles los mecanismos que la mente inventa para ahogar el ruido del mundo exterior y, lejos de buscar el sensacionalismo de la violencia de una experiencia traumática, aparecen otros momentos que hicieron feliz a su protagonista, como los arriesgados cortes de pelo, los bailes en la cocina o el momento el que sintió algo por un compañero de colegio por primera vez.
La 39ª edición de Mostra de València-Cinema del Mediterrani está organizada por el Ayuntamiento de Valencia, cuenta con la colaboración del Institut Valencià de Cultura, Palau de la Música, Valencia Film Office (Fundació Visit València), el patrocinio de Hyundai Koryo Car y À Punt Mèdia como medio oficial y principal partner del foro de coproducción Valencia Films Afers.