TRAS EL APAGÓN ENERGÉTICO, SALA RUSSAFA RECUPERA LA ACTIVIDAD CON EL ESTRENO ABSOLUTO DE ‘AFECTUOSAMENTE SUYO, JACK EL DESTRIPADOR’
Estreno absoluto de Afectuosamente suyo, Jack el Destripador, un thriller en tono de cabaré siniestro creado por Yapadú Produccions
- Del 1 al 11 de mayo, dentro de su XIV Cicle de Companyies Valencianes, Sala Russafa presenta esta pieza escrita por Ignacio García May en 2010 que ahora pone en pie Yapadú Produccions, con dirección de Javier Sahuquillo e interpretación de Toni Misó, Raúl Ferrando, Lula Heredia y David Kelly.
- Los crueles feminicidios sin resolver que asolaron el barrio marginal de Whitechapel, en Londres, a finales del siglo XIX, inspiran una trama que se desarrolla mediante géneros como el thriller, el terror e incluso el musical, subvirtiendo los cánones, combinando lenguajes escénicos contemporáneos con una ambientación de época.
- Los límites de la ficción, la relación entre el crimen y el teatro, el punto de vista de las víctimas, la contraposición al poder o la evolución de las artes escénicas son algunos de los temas de un espectáculo que huye de convencionalismos para proponer una experiencia escénica insólita.
Tras el apagón energético generalizado, regresa a Sala Russafa la actividad con uno de los casos sin resolver más famosos. Todavía surgen teorías que tratan de identificar al asesino que regó de sangre Withechapel, barrio marginal de Londres a finales del siglo XIX. Y una de ellas, desde la ficción, es la que presenta Afectuosamente suyo, Jack el Destripador, el nuevo espectáculo de Yapadú Produccions, cuyo estreno absoluto acoge el teatro a del 1 al 11 de mayo.
La pieza conecta con el espectador contemporáneo, en pleno auge del género ‘True Crime’, al plantear cuestiones que van más allá del detalle, como las dinámicas de oposición al poder o qué hace que unos homicidios sean famosos, salten a los medios o incluso a la ficción, mientras que otros pasan totalmente desapercibidos para la opinión pública.
“La narrativa alrededor de los crímenes nos gusta porque se muestra algo que va contra las reglas, se descubre al responsable y paga por ello. Casi siempre se cuenta desde el punto de vista de las fuerzas del orden público o de investigadores, con un final feliz que nos hace sentir reconfortados. Pero cuando el puzle de la trama queda sin resolver, si no se identifica ni detiene al asesino, se genera una inquietud que a veces da un aura de misterio y de fama a hechos terribles. Me parece que se mitifican porque, de alguna manera, conectan con la parte más oscura del ser humano”, explica el director del espectáculo, Javier Sahuquillo, quien quería saldar al menos dos cuentas pendientes a la hora de llevar al escenario a este asesino en serie.
Por una parte, ha convertido en maestra de ceremonias del espectáculo a la última de las mujeres asesinadas, de manera que se narra la historia desde su perspectiva. “Los feminicidios siguen estando a la orden del día, lamentablemente. Y sigue sin tenerse en cuenta el relato de las víctimas”, explica el director, quien también ha tratado de ser más fiel a los verdaderos hechos del caso. “Tan solo lograron atribuir 5 u 8 de las muertes a Jack el Destripador, según las fuentes que consultes. Pero murieron 18 mujeres y únicamente una de ellas, la última, era una joven prostituta. El resto tenían unos 45 años y sufrían de alcoholismo, una verdadera plaga en el Londres del momento. Así que muchos vieron aquello como una ‘limpieza’ en uno de los barrios más deprimidos de la ciudad, donde proliferaban la emigración, la pobreza, las adicciones y la prostitución. No deja de ser una manera fascista de juzgar lo que pasó y justificar que se mirara hacia otro lado”, explica Sahuquillo.

TONO DE CABARÉ SINIESTRO, ESTÉTICA EXPRESIONISTA, MÚSICA EN VIVO Y REFERENCIAS AL MUNDO DEL TEATRO PARA UN SUGERENTE CÓCTEL ESCÉNICO
Afectuosamente suyo, Jack el Destripadorse acerca al caso real desde la ficción y con una perspectiva completamente novedosa, desde el mundo del teatro. Ignacio García May firma el libreto que ahora presenta Yapadú y que arranca en una cena de postín, donde un famoso actor de mediana edad discute con su médico personal, un joven aficionado a las artes escénicas y defensor del Naturalismo, la nueva tendencia escénica surgida en Francia que promueve la desaparición del actor, que sea capaz de convertirse prácticamente en invisible para que la atención del público recaiga en el personaje. Una manera de afrontar la interpretación que estaba llamada a revolucionar el teatro y que el doctor pretende defender demostrando que él es capaz de generar y dar vida a un personaje tan realista que nadie será capaz de descubrir si es realidad o ficción.
Tras este punto de partida, empezarán a aparecer mujeres cruelmente asesinadas, surgiendo la duda de si Jack el Destripador es una creación. Y, en el caso de serlo, para quién se está realizando semejante espectáculo.
Sobre la conexión entre el crimen y el teatro, Sahuquillo destaca cómo “los asesinos en serie suelen tener una escenificación que repiten, como si fuera una representación. Pero con resultados terribles”. El director de escena valenciano estuvo investigando sobre el famoso Téâthre Du Grand Guignol, un espacio parisino también de finales del siglo XIX, especializado en teatro naturalista y de terror.
Tomando como referencia la estética de sus representaciones y las alusiones al cabaré macabro que aparecían en el texto de García May, el director de escena ha creado una puesta en escena con personalidad propia, que combina diferentes ingredientes: desde la estética expresionista de la escenografía creada por Luis Crespo y la iluminación de Pablo Fernández, a la recreación del vestuario de época diseñado por María Poquet, con levitas, sombreros de copa, bastones y enaguas que trasladan al espectador a la época.

Uno de los elementos más novedosos es banda sonora original y la ambientación musical, ambas realizadas en directo. Su responsable es David Kelly, quien se integra en un elenco intergeneracional compuesto por Toni Misó, Raúl Ferrando y Lula Heredia. Sobre el escenario, encarna al famoso escritor Bram Stoker. Y, además de cantar, toca la guitarra eléctrica y la armónica en composiciones propias que fantasean con cómo sonaría el tradicional blues que entonaban los esclavos negros del sur de Estados Unidos si hubiera sido interpretado entre la niebla, las fábricas y las estufas de carbón del Londres industrial de finales del siglo XIX. También utiliza una ‘Máquina del terror’ – instrumento que la compañía ha adquirido de un lutier especializado en Milán – con la que antiguamente se acompañaba a espectáculos y películas de miedo. Todo contribuye a crear una atmósfera que escapa de lo que se entiende por una puesta en escena convencional, recurriendo incluso a la estética del videoclip en algunos momentos.
“Soy un gran espectador de teatro y tengo que confesar que muchas veces me aburro. Me canso de ver montajes que utilizan narrativas y recursos escénicos demasiado vistos. A mí me gusta pensar que todo cabe en el escenario, que no hay límites”, explica Sahuquillo, convencido de que el público actual, acostumbrado a ver imágenes terroríficas en cualquier informativo o red social, necesita algo que le remueva verdaderamente por dentro para sentir una emoción como el miedo.
En este montaje confían en la palabra como generadora de terror, apoyándose en el texto de García May. Y apuestan por el poder del signo, huyendo de recreaciones realistas para los pasajes más violentos ya que, en opinión de Sahuquillo, las imágenes simbólicas son capaces de apelar a la psique y al terror más genuino, el que surge de la propia imaginación de los espectadores.
Con esta sugerente combinación de ingredientes, llega al XIV Cicle de Companyies Valencianes el estreno absoluto de Afectuosamente suyo, Jack el Destripador, la primera oportunidad para ver uno de los espectáculos de Yapadú Produccions en Sala Russafa. La formación entra a formar parte de la selección que cada temporada realiza el teatro de Ruzafa de lo más interesante del panorama escénico valenciano gracias a la línea de creación que está consolidando a través de piezas como Kabul, El Agua de Valencia o esta nueva propuesta, donde quedan bien definidas dos características. Por una parte, el foco puesto en la mujer para mostrar realidades hasta ahora poco exploradas. Y, por otra, la mezcla de lenguajes contemporáneos con formas escénicas clásicas, ofreciendo una forma valiente de que ficción y realidad, pasado y presente se encuentren sobre el escenario.
FUNCIONES:
Jueves 1 de mayo de 2025 a las 20:00h.
Viernes 2 de mayo de 2025 a las 20:00h.
Sábado 3 de mayo de 2025 a las 20:00h.
Domingo 4 de mayo de 2025 a las 19:00h.
Jueves 8 de mayo de 2025 a las 20:00h.
Viernes 9 de mayo de 2025 a las 20:00h.
Sábado 10 de mayo de 2025 a las 20:00h.
Domingo 12 de mayo de 2025 a las 19:00h.
Precio: 16€ en taquilla.
14€ venta anticipada en la web del teatro, carnet de jubilado o estudiante y residentes en Ruzafa.
Descuentos especiales para profesionales y estudiantes de Artes Escénicas. 12€ para grupos (10 personas, mínimo).
Viernes, Día del espectador: 12€
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