Victoria Salvador es “SOFÍA” – Mostra de teatre d’Alcoi
El Teatre Principal d’Alcoi acoge el próximo martes 30 de mayo y dentro del marco de la XXVI Edición de la Mostra de teatre d’Alcoi la obra “SOFÍA”. Un monólogo teatral escrito y dirigido por Ignacio García May (premio Lope de Vega y ex director del Real Escuala Superior de Arte Dramático) y protagonizado por la actriz valenciana Victoria Salvador, que además cuenta con las voces en off de José Luis Patiño, Alba Recondo y Víctor Sainz Ramírez.
NOTA DEL AUTOR
‘SOFIA’ es un monólogo de unos 65 minutos de duración en torno a la figura de la reina de España (Me niego a utilizar esa espantosa pedantería de “reina emérita”). La historia sucede el día de la muerte de Juan Carlos I. Conmocionada por la noticia, doña Sofía emprende un viaje a través de recuerdos desordenados, y acaso inciertos, en busca de su propia identidad.
Me resulta particularmente difícil explicar esta obra; puedo, sin embargo, aclarar lo que NO es. No es la Wikipedia, no es El Hola, no es El Jueves. Es decir: aunque se narran algunos episodios de la biografía de la reina, en ningún caso se pretende hacerlo de forma exhaustiva y documental; aunque se reconoce la importancia de doña Sofía como referente de la crónica social española, no nos encharcamos en los cotilleos ni en el sentimentalismo barato; aunque hay humor en el relato, he huido muy conscientemente de esa afición por el chiste de trazo grueso que parece presidir todo acercamiento a los personajes de la Familia Real.
Esta es una obra de teatro. No actúo como historiador, ni como periodista, ni como politólogo. No soy monárquico, pero tampoco es una cuestión que me preocupe particularmente. Creo, más o menos, en eso que Luis María Ansón suele decir: si la monarquía es como la de Noruega, o la república como la de Francia, me vale cualquiera de las dos. Mi retrato de Sofía no pretende satisfacer a todos. Lo que he buscado es lo que algunos dramaturgos más sabios que yo hicieron en circunstancias similares: utilizar a un personaje histórico para reflexionar sobre cuestiones que están por encima de lo temporal.
La acción tiene lugar en un único escenario: un palacio fantasmal y a medio desmantelar. No se trata de un lugar real, sino del Palacio de la Memoria de Sofía, por cuyos pasillos deambula en busca de los recuerdos almacenados. Este referente renacentista está en el origen mismo de la obra y explicita lo que seguramente sea el tema principal de la misma, incluso por encima del aspecto puramente biográfico: la memoria. Cuidado: no me refiero a la “memoria histórica”, concepto de moda que encuentro fraudulento (y tan pedante como el de “reina emérita”), sino la memoria, sin más; es decir, una construcción poética, caprichosa, en la que el dato y la emoción se confabulan para construir una realidad aparte, no necesariamente fiable pero tampoco por ello falsa. Este espacio mágico, a medio camino entre lo corpóreo y lo meramente lumínico, ha sido creado por Luis Perdiguero, al que me unen muchos años de afecto y trabajo en común, y con la colaboración inestimable de Vanesa Hernández.
La actriz que da vida a Sofía es Victoria Salvador. Me preguntan a menudo por qué la he elegido a ella, y la respuesta es extremadamente sencilla: se trata de una actriz excelente. Desde el principio he tenido claro que no buscaba ni el parecido físico ni el reclamo del habitual rostro televisivo (lo cual hubiera camuflado la relevancia del personaje) sino una cierta presencia, una cierta sensibilidad, una cierta autoridad en la voz (que tampoco aspira a recordar el, por lo demás, inimitable, acento de la reina). Todo ello está en Victoria.
El vestuario de la función ha sido diseñado por Almudena R. Huertas, que también es compañera de muchas aventuras teatrales desde hace años. Hemos intentado reflejar no la literalidad de la apariencia de Sofía, sino sus rasgos esenciales, los colores que suele utilizar, su afición a las pulseras y otros objetos de tipo personal
De mi ayudante de dirección, Javier Sahuquillo, me gusta recordar que es dramaturgo y director por derecho propio. Su aportación a las correcciones del texto y a la propia puesta en escena va mucho más allá de lo que corresponde a la obligación.
Este espectáculo nace de una conversación con Juan Carlos Pérez de la Fuente, para quien poner sobre la escena a un personaje como éste suponía pulverizar una vieja y mohosa frontera del teatro español, habitualmente acobardado ante la idea de tratar nuestra historia moderna. A él se lo dedico, por su confianza, por su talento, y por una amistad que dura ya treinta años.
Ignacio García May
Durante años fue imposible hablar en público sobre nuestra Familia Real si no era para dedicarle un panegírico; hoy sólo se la menciona para arrastrarla por el fango. No hay en esto posiciones intermedias, aunque tampoco es que tratemos a la monarquía de modo especial. Porque semejante polarización fanática es la pauta común en casi todo debate español cuando hay por medio alguna cuestión polémica: del enaltecimiento a la lapidación en línea directa. Por lo demás, en este país nuestro no se concibe una alabanza que no venga impregnada de servilismo ni una crítica que no se complete con el linchamiento. Goya retrató esa intolerancia nacional, esa obcecación por los extremos, en aquella imagen espeluznante del duelo a garrotazos. A pesar de todo, tengo la ingenuidad de creer que aún hay esperanza para eso que Andrés Trapiello llama “la Tercera España”: una sociedad más interesada en comprender (y en aprender; y en respetarse; y en quererse) que en sentenciar. “Lo que necesitamos es que todos estudien a todos, y todos honren la memoria de los inocentes, y todos reprueben a los criminales”, dijo, en una entrevista, este magnífico escritor. El espectáculo que van ustedes a ver surge de una manera de pensar afín. Juan Carlos Pérez de la Fuente me preguntó: ¿somos capaces de hacer una obra de teatro sobre un personaje como la reina Sofía sin encharcarnos en la chismografía ni en el habitual discurso sectario? Y la respuesta a esa pregunta es, humildemente, la obra que van ustedes a ver: el retrato de una mujer que se las arreglado para ser célebre permaneciendo desconocida. Una protagonista incuestionable de nuestra historia reciente que, habiendo nacido en Grecia, y siendo de familia danesa, alemana e inglesa, no duda en declarar: “Yo soy cien por cien española”.
Ignacio García May, abril de 2016
Duración aproximada 70 min
FICHA ARTÍSTICA:
Dirección: Ignacio García May
Reparto:
SOFÍA……….Victoria Salvador
Voces en off José Luis Patiño / Alba Recondo / Víctor Sainz Ramírez
Escenografía e Iluminación: Luis Perdiguero
Vestuario: Almudena Rodriguez Huertas (AAPEE)
Fotografía de Cartel: Sergio Parra
Ayudante de iluminación: Cesar Linares
Maquinista: Nicolás Yarussi
Ayudante de escenografía: Vanesa Hernández
Ayudante de dirección: Javier Sahuquillo
Una producción del Teatro Español
Carrer Sant Tomàs, 5
Alcoi, Alicante