“NINA” de José Ramón Fernández
NADIE SABE PARA QUÉ HA VUELTO.
TODOS RECUERDAN POR QUÉ SE MARCHÓ.
COMO UN RAYO, NINA REGRESA LUMINOSA Y FUGAZ, FULMINANTE Y TRÁGICA.
Nina es una historia capaz de contagiarnos la esperanza y el amor por la vida de unos personajes que, pese a hallarse al borde del precipicio, intentarán cambiar las cosas, reinventarse y renovarse con la energía redentora de las lluvias.
“Nina” es quizá uno de los textos centrales del penúltimo teatro de texto español, escrita por José Ramón Fernández, presente en la cartelera de nuestro país de una manera constante tanto a través de textos originales como de dramaturgias de muy diverso origen, a las que él les imprime su característico estilo. Nina fue reconocida en el año 2003 con el Premio Lope de Vega, y pronto pasó a la sala menor del Teatro Español, en un montaje muy cinematográfico por el origen de sus actores y director, un montaje que tuvo un éxito tan rotundo como para ser reprogramado en la siguiente temporada.
Nina habla del tiempo perdido, un tiempo que no tiene por qué ser agradable, ni siquiera digno de recuerdo. Habla de los errores pequeños que nos van llevando en la vida y que final nos hacen sentir que, pese a la juventud, ya somos viejos, y vivimos en un presente calcificado. Ante esa situación, sólo queda volver a recordar lo bueno y lo malo del pasado. Regodearnos en la desgracias, porque es la única manera de intentarnos aferrar a la esperanza de que aún algo vuelva a cambiar.
Sinopsis:
Otoño. Un pueblo frente al mar. Llueve. Todos los relojes parecen detenidos hasta el próximo verano. Sus habitantes matan el tiempo como pueden: juegan a la lotería, preparan sus aparejos para ir a pescar, sueñan secretamente con vidas que no supieron o no se atrevieron a vivir. Tras diez años de ausencia, Nina irrumpe en la aparente placidez de ese letargo como un relámpago, capaz de fulminar o de despertar a los otros según donde caiga.
Casi nadie sabe que ha regresado. Mucho menos para qué. Ni ella misma quizá lo sepa. Todos recuerdan por qué se marchó, tras un sueño que, a juzgar por su estado actual, acabó en pesadilla. Como entonces, planea ahora alejarse sin despedirse de nadie, hasta que Esteban, el dueño del hotel en el que está alojada, la reconoce y propicia a sus espaldas un reencuentro con Blas, un viejo amigo de su infancia al que su reaparición podría cambiarle la vida, casi salvársela, descubriendo a la vez que también ella aún puede quizá salvar la suya.
Todo renacer encierra, sin embargo, algo de muerte, y la irrupción de Nina, como la de un rayo, acabará siendo tan luminosa y breve como fulminante y trágica.
FICHA ARTÍSTICA:
Texto: José Ramón Fernández
Dirección: Diego Bagnera
Reparto: Muriel Sánchez, José Bustos, Jesús Hierónides
Técnica de iluminación: Cristina Santoro
Fotografía: Carlos Luján
Compañía: La risa de Cloe