Cláudia Varejão contra la estandarización de personajes LGBTQIA+ en ‘Wolf and Dog’
La directora portuguesa compite en la Mostra de València con una película rodada en las Azores que ya ha cosechado importantes distinciones en festivales como el de Venecia
“Creo que la diversidad no es un fenómeno insular. Es una característica del ser humano y, por tanto, universal. Quizás en territorios más pequeños esto se hace más visible porque el número de personas es menor que en los continentes donde vivimos muchos de nosotros. Pero la diversidad está en todas partes, las sociedades tienden a estandarizar la existencia. Creo que lo más banal en la vida es estandarizar”, así de contundente se muestra la directora Cláudia Varejão que presenta a concurso en la Mostra de València ‘Wolf and Dog’, que obtuvo el premio a la mejor dirección de la Giornate degli Autori en Venecia. La cinta tiene como protagonistas a jóvenes de la isla de São Miguel en Las Azores entre los que hay abundante representación de la comunidad LGBTQIA+. No utilizó actores, sino personas reales en un proceso que duró meses y que permitió generar espacios de libertad a los jóvenes.
La película se basa en las experiencias personales de la directora en la isla, donde estuvo residiendo tras conocerla gracias a una residencia artística: “Durante las primeras horas fui a visitar la zona, cerca del mar, donde los pescadores limpiaban sus redes -asegura Claudia Varejao-. Eran hombres de aspecto muy masculino, con cuerpos tatuados, tenían expresiones duras y apenas notaron mi presencia. Me senté a observarlos. En un momento dado, vi a un grupo de chicas caminando por una calle muy pequeña. Eran lindas, muy jóvenes, de no más de 16 años, con el rostro lleno de luz y el cuerpo cubierto con coloridos y ceñidos vestidos. Al pasar me saludan y me doy cuenta de que son chicas trans. Están caminando hacia los pescadores. Mi cerebro se pregunta sobre la posible convivencia entre figuras tan diferentes. Incluso sentí algo de miedo por las chicas. Y, para mi asombro, los hombres se ponen a abrazarlas: eran hijas, sobrinas, vecinas... Esta imagen tuvo un gran impacto en mi y fue la piedra de toque para querer entender más sobre la vida insular de las personas queer. A partir de ahí empecé a ir a la isla por largas temporadas hasta que me mudé, definitivamente, durante la pandemia”.
La protagonista de la cinta es Ana, una isleña e hija mediana de una familia regida por la religión y las tradiciones. Pronto Ana se da cuenta de que a las niñas y los niños se les asignaban tareas diferentes. A través de su amistad con Luis, su mejor amigo queer que ama tanto los vestidos como los pantalones, Ana cuestiona el mundo que le está prometido. Cuando su amiga Cloé llega de Canadá trayendo consigo los días resplandecientes de la juventud, Ana emprende un viaje que la llevará más allá del horizonte. “Los personajes más jóvenes son los más combativos. La película se construye a través de sus ojos, especialmente a través de Ana y Luís. Se mueven con pocas certezas, pero con muchas preguntas. Y este cuestionamiento hace que estos personajes se encuentren y se formen a lo largo de la película, siempre en un sentido abierto y expansivo. Esta forma de afrontar la vida, sin certezas ni creencias, les permite mirar el horizonte del mar con ganas y no con miedo. A partir de ahí, todo es posible y está abierto”, asegura la directora.
Los paisajes de la isla invaden cada secuencia al igual que la colorida forma de vida de estos personajes; sin embargo, la puesta en escena y el guion son bastantes sobrios, con muy pocas palabras más de las necesarias. Algo que defiende así la realizadora portuguesa: “La identidad se expresa más en los gestos que en la expresión superficial de las emociones. Y en ese sentido, no creo que haya dudas sobre quiénes son los personajes de la película y qué quieren para sí mismos. En el silencio están las respuestas. Pero hay que saber mirar y saber escuchar. No es una película que obligue a la audiencia a ir en una dirección determinada. El camino a seguir es el que cada uno elige por sí mismo: en la película y en la vida”.
La 37ª edición del festival prosigue con sus proyecciones y cuenta con la colaboración del Institut Valencià de Cultura (IVC), Rambleta, València Film Office, Barreira Arte + Diseño y À Punt Mèdia como medio oficial.
Próximos pases de ‘Wolf and Dog’:
Domingo 23 a las 20:00h
Miércoles 26 a las 20:30h