Conoce las nuevas residencias artísticas municipales del TEM y La Mutant
Los centros culturales municipales Teatre El Musical y La Mutant se convierten en espacios donde germinan las artes escénicas. En los próximos tres meses, ambos acogen a las seis formaciones a las que se han otorgado las ayudas que incluyen residencias de creación y que, por tercer año, concede el servicio de Acció Cultural del Ayuntamiento de Valencia.
Con un presupuesto total de 30.000€, la iniciativa apoya a proyectos dentro de disciplinas como la danza, el teatro o el circo. Cada año, la convocatoria es pública y pueden optar montajes que, una vez ideados, todavía no hayan arrancado el proceso creativo, de concepción y desarrollo del espectáculo.
Una comisión valora las candidaturas presentadas atendiendo a aspectos como la calidad artística, la innovación en los lenguajes escénicos, la inclusión de jóvenes talentos, el compromiso social y la contribución a la sensibilización de la opinión pública o la capacidad de generar nuevos públicos.
El objetivo de este programa municipal es promover la escena valenciana, incentivando la creatividad de formaciones emergentes y facilitando la realización de espectáculos con una especial aportación social o cultural.
Además, con estas residencias creativas se diversifica la actividad del Teatre El Musical y el auditorio La Mutant. Junto con la programación de espectáculos, el trabajo formativo relacionado con diferentes expresiones artísticas y la colaboración con iniciativas a través de la cesión de espacios, durante tres meses ambas salas municipales se convierten en un lugar de trabajo para creadores que enriquecerán con sus propuestas la cartelera valenciana.
EL TEM ACOGE RESIDENCIAS CREATIVAS DE ARTES ESCÉNICAS QUE TRABAJAN CON EL TEATRO DE TEXTO, LA DANZA, LOS NUEVOS LENGUAJES ESCÉNICOS Y LA EXPERIMENTACIÓN SONORA
Iñaki Moral ha sido el primero en entrar a trabajar en el Teatre El Musical. Bajo el título La decepción inmensa, el autor y director va a desarrollar un proyecto de teatro de texto que reflexiona sobre los conceptos ideales de feminidad y masculinidad. El propósito es cuestionar el enfoque binario y de oposición entre los sexos. Partiendo de la mirada y su reflejo como idea escénica nuclear, el proceso de creación incluye a otras disciplinas, como la danza, los audiovisuales y la fotografía, la pintura y el diseño gráfico o la
música.
Ya en diciembre llegarán las residencias creativas de Cocinando Danza y Cuneta. En el primer caso, servirá para desarrollar el proyecto Trànsit, una pieza coreográfica para públicos entre 5 y 10 años.
El mundo, las diferentes maneras de habitarlo y de transitar por él son el tema de investigación de esta propuesta. Su reto es convertir en material escénico y coreográfico coches, motos, ruidos y contaminación para transmitir el valor de otras formas recorrer y cuidar el planeta. Vídeo, animación y artes plásticas enriquecen un proceso creativo al que se va a invitar a colaborar al cantautor Rafel Arnal o al poeta Marc Granell. La formación quiere proponer, además, ensayos abiertos a la ciudadanía y público escolar.
El arte de acción y sonoro está presente con la formación Cuneta y su proyecto escénico Caminitos. La arquitectura y los diversos elementos que componen una ciudad se convierten en el germen de una experimentación que trata de establecer un diálogo con el espacio urbano. Visualmente, pero también a nivel acústico, se va a intentar traducir ‘la partitura’ de la ciudad de Valencia. Las herramientas de la investigación serán los cuerpos de los intérpretes así como los sonidos de distintos instrumentos musicales.
Más adelante entrará a trabajar en el Teatre el Musical la formación El Tutú de la Abuela i L’Obert Dansa para desarrollar Fora de foc (transmissions), una pieza de artes vivas, de marcado carácter social, donde conviven la danza, la improvisación y el trabajo con el sonido para experimentar con la idea de arraigo, de identidad y de relato colectivo.
En el proceso creativo se involucra a tres elementos: creadores, espectadores y colectivos en riesgo de exclusión, como la Associació de Veïns de Velluters y la de Treballadores Sexuals de València. El objetivo es
crear una pieza escénica que sirva como instrumento de intervención social, capaz de involucrar al público como parte activa.
FEMINISMO Y ECOLOGÍA, EJES VERTEBRALES DE LAS RESIDENCIAS EN LA MUTANT
Durante los meses de noviembre y diciembre, La Mutant cederá su espacio a la compañía valenciana La Lola Boreal para el desarrollo de MARRRR!, una obra interactiva de marcado carácter ecologista. Este proyecto
aborda la problemática relativa a la acumulación de residuos plásticos generados por la sociedad actual. Pretende plantear un debate sobre el consumismo y la superproducción de desechos industriales y urbanos
que invaden el planeta.
Para conseguirlo, utilizarán un lenguaje escénico que comprenda el movimiento del cuerpo como hilo conductor, donde la escenografía reciclada, el audiovisual y la música en directo serán los elementos que
dialoguen con el espectador de manera interactiva. La residencia artística en La Mutant culminará con dos encuentros con el público.
Más adelante dará inicio la segunda residencia artística de La Mutant. Se trata en este caso de un proyecto de investigación escénica titulado La deconstrucció del cos social femení com a subjecte i objecte de recerca.
Orient i Occident: Maneres de cohabitar el cos (II).
Este trabajo, que da continuidad a una primera fase de investigación realizada en 2018, tiene como objetivo estudiar el movimiento, teniendo en cuenta los lenguajes de la danza contemporánea y la danza tribal de
fusión desde un enfoque de género multicultural. La interconexión entre los lenguajes corporales de Oriente y Occidente, junto con la deconstrucción del cuerpo social femenino, son las temáticas de fondo de este proyecto. Lo llevarán a cabo la bailarina y psicóloga Marta García Navarro, la bailarina y profesora de danza fusión y contemporánea Noelia Moyano Arcos, el coreógrafo Manuel Caldito de la Concepción y el Col.lectiu Penja’m, especializado en música electroacústica. Esta residencia tendrá una duración de tres semanas y finalizará con varias sesiones pedagógicas a otros bailarines.