EDUARD FERNÁNDEZ Y ORIOL PAULO PRESENTAN EN VALENCIA “LOS RENGLONES TORCIDOS DE DIOS”, UNA PELÍCULA “QUE NUNCA QUIERES QUE TERMINE”
Después de su paso por el Festival de San Sebastián, los cines Kinépolis Valencia han acogido esta tarde el preestreno de Los renglones torcidos de Dios, la gran apuesta del cine español para ese otoño que llega de la mano de uno de los directores más solicitados del thriller nacional, Oriol Paulo (Contratiempo, Durante la tormenta, El inocente). El propio cineasta ha presentado la película junto a uno de sus protagonistas, el ganador de 3 premios Goya Eduard Fernández.
Los renglones torcidos de Dios es la adaptación a la gran pantalla de la famosa novela escrita por Torcuato Luca de Tena y publicada en 1979. En ella, Bárbara Lennie interpreta a Alice Gould, una investigadora privada que finge una enfermedad mental para ingresar en un psiquiátrico y conseguir pruebas de la muerte de un interno en circunstancias misteriosas. En aquel lugar desconcertante, Alice comenzará a cuestionarse su propia cordura y a plantearse si, en realidad, es la principal sospechosa de un juego donde nada es lo que parece. Eduard Fernández da vida al enigmático director del centro, acompañado de Loreto Mauleón, Pablo Derqui o Adelfa Calvo, entre otros.
La cinta tiene, además, la particularidad de durar 154 minutos, una circunstancia nada habitual en el cine español. “Es de esas películas que te alegras de que sea larga, está tan bien hecha y tan bien interpretada que no quieres que termine”, ha señalado el actor de títulos como El hombre de las mil caras o Mientras dure la guerra, además de reconocer que nunca había leído la novela original y que lo que más le gusta es “la manera que tiene el guion de trabajar el punto de la locura”. Para Oriol Paulo, conocido también por ser el director español más taquillero de la historia en China (su segunda película, Contratiempo, se convirtió en un fenómeno en el país con casi 26 millones de dólares de recaudación) ha destacado que Los renglones torcidos de Dios ha sido “el mayor reto de mi carrera, porque me ha obligado a ir a lugares a los que nunca me había movido, sobre todo en lo referente a dirección de actores”. El cineasta tardó medio año en aceptar la propuesta porque, según sus palabras, “la novela significa mucho para mucha gente y había que estar a la altura”.