El Colectivo LaImperfecta organiza en Espai LaGranja un taller sobre el cuerpo como archivo de lo bailado

El Colectivo LaImperfecta organiza en Espai LaGranja un taller sobre el cuerpo como archivo de lo bailado

Espai LaGranja, espacio de recursos y mediación para la danza y las artes del movimiento adscrito al Institut Valencià de Cultura, organiza un taller sobre la memoria y el cuerpo como archivo de lo bailado. Una propuesta del Colectivo LaImperfecta

Hoy lunes arranca en Espai LaGranja un taller formativo que durará hasta el viernes 28 de junio en el que se realizarán una serie de encuentros sobre la figura de la intérprete en danza o en las artes del movimiento, en marcos contemporáneos. Es un proyecto de investigación, mediación y creación. 

El Colectivo LaImperfecta trata de abrir espacios de diálogo entre bailarinas que suelan trabajar para otros artistas a través de laboratorios, donde se proponen dinámicas de discusión y prácticas físicas, y a través de entrevistas personales. Este colectivo entiende el cuerpo como un lugar cargado de memorias a las que intentan acceder por medio de dinámicas y prácticas físicas que ponen a la intérprete en el centro. 

A lo largo de toda esta semana se compartirá la práctica en la que esta singular compañía está trabajando y utiliza el cuerpo como si fuera un archivo de memoria del bailar. La idea no es buscar generar nada nuevo, sino recuperar lo que ya está en la memoria, y en los cuerpos, de las intérpretes. 

Laimperfecta quiere sacar a la luz las diversas técnicas aprendidas, pero también gestos familiares, movimientos de otras compañeras, imágenes de algún deseo. Propondrán diversas  maneras de acercarnos a esa memoria, a través de la improvisación.

“Queremos construir un mapa de nuestro patrimonio, una cartografía de sensaciones, un  manifiesto. Lejos de querer generar un discurso sobre la danza, nos gustaría construir un  discurso común sobre las que bailan” señala Clara Pampyn de LaImperfecta

“Vamos a trabajar mucho con la palabra y el movimiento, tratando de generar un flujo de ambos, una suerte de escritura automática sonora y de movimiento. Intentaremos responder, desde la intuición, la palabra y el cuerpo, a las preguntas: ¿Qué es esto? ¿De dónde viene? ¿De quién es? ¿Dónde aprendí este gesto?” apunta Alberto Alonso.

VT