El MIM más multitudinario y concurrido de su historia cierra su 30ª edición
La Mostra Internacional de Mim a Sueca (MIM) recordará su última edición por ser la más concurrida de sus treinta años de historia ininterrumpida. Las cinco jornadas desarrolladas con una amplia y ambiciosa programación tuvieron como denominador común un único protagonista: el público. El mismo que abarrotó los espacios escénicos cerrados e inundó y colapsó con su presencia los espacios públicos de la ciudad convertidos en anfiteatros al aire libre.
“La respuesta del público este año ha sido brutal, la población siempre se duplica con la llegada del festival pero esta edición ha sido mucho más que eso. Sin duda alguna, ha sido el MIM más multitudinario de la historia”, asegura el director del certamen, Joan Santacreu. El público, señala, “no solo se ha quedado maravillado con la programación sino que también se ha sorprendido por el ambiente único que se ha vivido en las calles de Sueca con la masiva asistencia de visitantes que han abarrotado la ciudad como nunca habíamos visto”. Esta edición ha despertado también “la curiosidad de muchos profesionales internacionales que han venido al MIM para descubrirlo y asistir a todas las propuestas artísticas que se han representado”. Un éxito rotundo que, en su opinión, “debe servir para valorar y reflexionar sobre lo que supone este gran evento para Sueca y dejar claro la necesidad de una mayor apuesta por parte de las instituciones para poder repetir todo el que se ha conseguido en esta edición”.
Localidades agotadas horas después de abrir la taquilla y aforos ampliados
El primer día que salieron a la venta las entradas online del festival, a principios de septiembre, se agotaron la mayoría de las localidades de los espectáculos de sala. Fue el caso por ejemplo de Artica, de Ponten pie; Escargots de Slow Olou; LÙ de Maduixa Teatre; o Gag Movie de Yllana.
Las gradas colocadas en el Poliesportiu Cobert con más de 900 asientos para ver el estreno absoluto en España de Extension estuvieron completas también en las dos funciones que ofreció la compañía francesa Cirque Inextremiste. Tal fue la respuesta del público que el festival se vio obligado a ampliar el aforo ante la fuerte demanda por ver este montaje extremo. Representaciones que dejaron al público boca abierto y sin respiración con sus equilibrios imposibles, precisos y temerarios realizados por los acróbatas sobre tablas de madera sustentadas por botellas de butano y alzadas y movidas por una excavadora dirigida por el artista tetrapléjico Rémi Lecocq. Registró también un lleno total de público la única función que Animal Religion ofreció de Fang, que puso a los espectadores en pie y recibió una gran ovación por su cautivador trabajo con la manipulación del barro, y las dos divertidas y festivas representaciones de Calma ofrecidas por Guillem Albà, todas ellas realizadas en el Bernat i Baldoví.
Calles y plazas imposibles de transitar
Asistencia masiva tuvieron así mismo la casi veintena de espectáculos de calle gratuitos que el MIM regaló a los espectadores en su 30 aniversario. Plazas y calles convertidas en anfiteatros al aire libre e imposibles de transitar durante las representaciones de Block, en el que los Motionhouse irguieron una torre de bloques hasta alcanzar con sus acrobacias la iglesia de la Plaza de Sant Pere; de Yeorbayu, con las que la cia Vaques deleitó al público con un espectáculo transgresor lleno de humor y precisión técnica; o de Social Animal en el que Titotaya Dansa mostró la fragilidad de las relaciones humanas a través del movimiento. Gran acogida del público tuvieron también Avec le Temps… de la cia Claire Ducreau; Ghetto, de la Jove Companyia Gerars Collins; o Topa, de Kukai, entre otros muchos. Las acciones itinerantes tuvieron también sus fieles seguidores, como todos aquellos que acompañaron al entierro del patriarcado en La processó va per dins, dirigida por Laia Alsina o los que se unieron al emotivo desfile de los Motorpunks con los que La Fam irrumpió en las calles de Sueca para custodiar el gran pastel del 30 cumpleaños del MIM, entre otros.
Colas infinitas para poder asistir al Cortejo, el estreno en tierras valencianas que acogió el festival de la mano de Baldo Ruiz y Paloma Calderón y que el público no quiso perderse a pesar de tener que esperar de pie hasta dos horas para poder acceder al recinto en el que se desarrollaba.
Éxito también sin precedentes ha tenido también la exposición que recorría Los gestos de un pueblo, una muestra fotográfica de más de mil imágenes que recoge los gestos y expresiones de la ciudadanía de Sueca y que el festival ha decidido alargar una semana más para que pueda visitarse hasta el próximo domingo.
Apoteósica fue por su parte la respuesta del público a la puesta en escena de la ya mítica representación de Veles e Vents de Xarxa Teatre con la que el MIM puso la guinda escénica a la jornada del sábado ya entrada la madrugada en la Plaza Jaume I en una noche llena de magia, música y pirotécnica.
La 30ª edición del MIM deja atrás imágenes y emociones que ya forman parte de la memoria colectiva y de la historia del festival. “El MIM ha demostrado que está más vivo que nunca y que supone un orgullo para toda la población, lo que ha hecho posible que, a pesar de los años, la ilusión siga intacta tanto para los espectadores como para el centenar de voluntarios que han trabajado con entusiasmo y energía en esta edición”, reflexiona Joan Santacreu.
Junto a la respuesta multitudinaria del público, también la cobertura mediática de esta edición ha sido especial y el festival ha tenido un gran seguimiento en los medios de comunicación tanto del ámbito local, autonómico como del nacional en prensa, radio y televisión.
La Mostra Internacional de Mim a Sueca (MIM) está patrocinada por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Sueca, la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte y la Fundación Bancaja. Y este año ha contado con la colaboración de À Punt como medio oficial del festival.
