El Teatro de La Abadía retoma su actividad presencial
LA ABADÍA RETOMA SU ACTIVIDAD PRESENCIAL EN JUNIO TRAS EL PARÓN POR LA CRISIS SANITARIA
La agenda para el último tramo de temporada albergará actividad presencial y telemática
El Teatro de La Abadía reabre sus puertas al público este mes de junio tras el parón originado por la crisis sanitaria de la COVID-19 que les obligaba a bajar el telón el pasado 11 de marzo. De esta manera se retomará la actividad presencial en sus instalaciones después de tres meses de estado de alarma, en los que, lejos de instalarse en la parálisis, La Abadía reaccionó frente a la emergencia con un completo programa de actividades que acabó convirtiéndose en un gesto de resistencia frente a la incertidumbre. Bajo un nuevo paradigma de realidad, #TeatroConfinado ha respondido desde la innovación, la creatividad y el riesgo, atendiendo a todo tipo de públicos. Un proyecto donde los propios creadores han sido el motor de las propuestas y donde la respuesta de público ha servido como termómetro para la continuidad de dicha programación, generando, desde la necesidad y la complicidad, un encuentro y un diálogo siempre necesario entre artistas y ciudadanos.
Es ahora, en esta frágil desescalada, donde quieren contar de nuevo con la complicidad del público para regresar a las salas y poner en marcha las primeras experiencias piloto donde, desde la responsabilidad conjunta frente a la pandemia, aprender el camino hacia la nueva normalidad y habitar el teatro ilusionados y llenos de confianza.
A lo largo de este mes de junio, de la mano de compañías aliadas, buscarán un modelo que aúne la seguridad y el deseo de estar y disfrutar de una experiencia de encuentro tras largos meses de aislamiento y distancia social. Para ello, todas las medidas de higiene y sanidad están garantizadas para que la cultura siga siendo, hoy más que nunca, un espacio de convivencia. A tal efecto se ha desarrollado un protocolo específico para minimizar el riesgo de contagio, que incluye el uso de mascarillas, aforos reducidos, retirada de entradas, folletos, programas de mano y todo material susceptible de ser manipulado, desinfección frecuente de las instalaciones y superficies de contacto, dispensadores de gel hidroalcohólico a disposición del público y una correcta señalización del espacio.
En este último tramo de una temporada tan excepcional, en el que albergán actividad presencial y telemática, quieren seguir siendo un agente cultural que busca nuevas fórmulas de producción, creación y mediación. Un espacio al servicio del bien común que recoge y articula los nuevos relatos, los (re)encuentros y el cuidado de su comunidad.