FERNANDO TRUEBA RINDE HOMENAJE A HITCHCOCK EN VALENCIA: “SIEMPRE QUISE RODAR UNA PELÍCULA DE SUSPENSE, PERO A MI MANERA”
El director, ganador de cuatro premios Goya y un Oscar, ha presentado su último largometraje en Kinépolis junto a la actriz Aida Folch
Cuarenta y cuatro años después de aquel debut premonitorio titulado Ópera prima, Fernando Trueba (Madrid, 1955) continúa demostrando, más allá del mítico Oscar por Belle époque, que es uno de los artistas más versátiles de la cinematografía nacional. En su carrera confluyen con absoluta naturalidad la comedia constumbrista, el drama político, el documental de acordes habaneros y hasta la animación festiva y descarnada. Sin embargo, en esta obra tan ecléctica faltaba todavía una película con la que homenajear a sus dos grandes referentes del suspense, Patricia Highsmith y Alfred Hitchcock. “Siempre me he considerado un gran lector y espectador de ambos, y quería rodar un título noir en la estela de aquellas historias de americanos exiliados y protagonistas llenos de secretos. Pero quería hacerla a mi manera, con un arranque luminoso que poco a poco se fuera convirtiendo en un entorno gótico e insoportable”.
Así ha definido el cineasta hoy en los cines Kinépolis Valencia Isla perdida, su decimonoveno largometraje que se estrena el viernes en las salas de toda España. Un relato de intriga y pasión en torno a Max, un enigmático norteamericano -interpretado por un desconcertante Matt Dillon- que regenta un restaurante en una recóndita y paradisíaca isla griega. Hasta allí llega Álex, una mujer curiosa y llena de vida a la que contrata como camarera y de la que se enamora de manera irremediable. Sin embargo, lo que comienza como un romance idílico se transformará en angustiosa pesadilla cuando el pasado de Max comience a aflorar. “Es una historia con tres actos muy diferentes, casi de géneros distintos, que simbolizan la transformación que viven esos dos personajes”, ha destacado el realizador.
Para la actriz catalana Aida Folch, que completa en Isla perdida su tercer trabajo a las órdenes de Trueba tras El embrujo de Shanghái y El artista y la modelo, la película ha supuesto uno de los desafíos más importantes de toda su carrera: “Álex es una mujer que ha cometido errores, pero que mantiene una actitud muy optimista frente a la vida”, ha señalado en la presentación de esta tarde en los cines de Paterna. “Es un personaje fascinante, con un arco dramático amplísimo, alguien que debe afrontar que lo que parecía una historia maravillosa puede ser algo muy distinto por culpa de ese pasado que nos marca para siempre”.