El Institut Valencià de Cultura recupera la custodia del legado del Teatro Ruzafa de Valencia

El Institut Valencià de Cultura recupera la custodia del legado del Teatro Ruzafa de Valencia

El legado Culla es el archivo histórico y documental de uno de los teatros más emblemáticos de la ciudad de Valencia: el Teatro Ruzafa. Reúne documentación, libretos, partituras, textos dramáticos y registros de la historia del teatro valenciano desde medios del siglo XIX hasta muy entrado el siglo XX, una documentación básica y única para conocer la historia del teatro en Valencia.

El Centro de Documentación Escénica recupera el legado de la familia Culla, que siempre estuvo satisfecha con la relación de custodia que de sus materiales se había hecho hasta que en 2012, por discrepancias con la dirección de Teatros de la Generalitat, decidieron retirar todo este importante legado familiar. Las gestiones de la IVC con los hermanos Jorge Culla, Rafael Culla y José Antonio Culla han cristalizado con el retorno definitivo del legado a las instalaciones del Centro de Documentación Escénica.

 

 

Tal y cómo manifiestan los miembros de la familia Culla, hijos del director y gerente del Teatro Ruzafa Rafael Culla López,”el Teatro Ruzafa fue un referente de la vida teatral valenciana durante un siglo, cincuenta años fue gestionado por nuestra familia. Tuvimos la suerte de heredar de nuestro padre, un legado que es una joya como archivo de libretos teatrales y partituras, además, de un fondo documental de gran valor de programas, carteles, fotos y documentos. Hoy más que nunca, estamos felices de que este legado esté otra vez en Valencia a disposición de investigadores y estudiosos. Esperamos que algún día podamos tener una publicación que de a conocer a las nuevas generaciones lo que Ruzafa supuso para la historia del teatro valenciano. Muchas gracias al Institut Valencià de Cultura para hacer posible que nuestro legado vuelva a estar en Valencia”.

 

Según el Director general del IVC, Abel Guarinos, “la importancia del legado de la Familia Culla reside en qué es en cantidad, calidad y variedad de documentos, la mayor memoria lírica y dramática conservada de un teatro de Valencia, sobre todo en cuanto a materiales escénicos y musicales de los siglos XIX y XX”.

 

Ahora, con el acuerdo de la familia Culla con el Institut Valencià de Cultura, se recupera la totalidad del legado, y además, desde ahora, la copia digital de los materiales que forman parte del archivo y que conserva la familia, básicamente contratos, libros de registro, programas y fotografías. Estos originales no forman parte del legado pero gracias al trabajo de digitalización estarán a disposición de los investigadores, entre ellos una selección de programas de mano del teatro de de 1875 hasta 1959 de incalculable valor para la reconstrucción de la vida cultural de la ciudad, y que muestran en un microcosmo ocho décadas de la vida teatral de Valencia, desde una representación benéfica de “La Moma” en 1875, al paso por el escenario de los maestros Peydró, Chueca, Penella, Guerrero, Padilla, Alonso Barbieri, Cortina, Chapí, Sorozábal… Estos materiales que por el momento la familia desea conservar podrán añadirse al comodato más adelante mediante una adenda al presente contrato.

El nuevo contrato incluye el compromiso por parte de la administración de establecer acciones de difusión de la riqueza documental del archivo, que empezarán con su catalogación exhaustiva, la publicación de su inventario y la edición de un libro sobre la historia del Teatro Ruzafa.
La familia Culla estuvo al frente del teatro Ruzafa desde 1924 hasta su cierre en 1971, y el archivo contiene unos 3.000 volúmenes, entre manuscritos originales, copias o versiones otras obras, textos imprimidos y partituras, centradas en el repertorio exhibido a la sala desde finales del siglo XIX hasta los años 60.

Las obras permiten describir minuciosamente la larga época en que comedia y zarzuela fueron los reyes y el Ruzafa su epicentro. El corpus de las obras incluye sainetes, zarzuelas, con las suyos partituras, dramas y comedias, juguetes cómicos (muchos de ellos bilingües) y todo tipos de piezas dramáticas.

 

 

Destacan los ejemplares editoriales del siglo XIX que permiten dibujar un mapa de las imprentas dedicadas al teatro en Valencia y Madrid. Así mismo la selección de manuscritos componen una fuente de valor documental extraordinario para estudiar la evolución del entretenimiento escénico de la primera mitad del siglo XX, la aparición de nuevos públicos y el cambio de los gustos, así como para censar las preferencias en en cuanto a títulos y autores.

De los 2760 registros, unos 1700 pertenecen en el siglo XIX y otros cincuenta al siglo XVIII. El resto -la mayoría- a la primera mitad del siglo XX. Entre ellos figuran piezas tan atractivas como una versión teatral de “La barraca” firmada por Martí Orbera y un libro de registro -verdadero joya sociológica- que permite trazar un inventario de la programación a través de las décadas. Los 300 registros de música notada contienen no menos de mil partituras, el que convierte este archivo en una fuente documental dramàtico-lírica de primer orden.

VT