La antesala del 30 aniversario del MIM cierra sus puertas con el apoyo masivo del público
La 29ª Mostra Internacional de Mim a Sueca (MIM), celebrada del 19 al 23 de septiembre, pasará la historia como una de las ediciones más exitosas del festival. Con un porcentaje de ocupación del 100% en cada una de sus representaciones, una asistencia de más de 25.000 espectadores y una cobertura mediática sin precedentes, el festival reafirma su consolidación y pone de relieve que es un proyecto vivo, ambicioso y en constante evolución y crecimiento.
La programación, vertebrada este año en torno a “El movimiento que habla”, ofreció 25 propuestas contemporáneas de teatro gestual procedentes de la escena local, nacional e internacional que nos descubrieron las infinitas posibilidades del cuerpo con trabajos vanguardistas e innovadores que, más allá de los gustos, no dejaron indiferentes a los espectadores. Una programación, muchos de los montajes de los cuales pudieron verse por primera vez en la comunidad valenciana o en el Estado Español, que cautivó a un público que se volcó tanto en los espectáculos de teatro de sala como en los de calle.
“Por su larga trayectoria, el MIM cuenta con un público fiel y al mismo tiempo muy exigente y crítico, motivo por el cual cada año resulta más difícil satisfacer sus necesidades”, destaca Joan Santacreu, director del festival. Más allá de la calidad incuestionable de los trabajos de este año, explica, “el éxito de un espectáculo depende al final del público, y ha sido éste quien ha hecho posible que esta edición haya sido memorable y que los teatros, calles y plazas de Sueca se hayan desbordado con la presencia de miles de espectadores jóvenes, adultos y familias enteras”.
El público llenó cada una de las representaciones que se realizaron en los diferentes espacios escénicos de la ciudad, desde el Centre Municipal Bernat i Baldoví, el Poliesportiu Cobert o el Casal Jove, en los que se colgó el cartel de entradas agotadas. El maestro Yves Marc, referente europeo del mimo contemporáneo, puso en pie al público del Bernat i Baldoví con una clase magistral en el que nos descubrió de una manera lúdica y didáctica las claves con las que ha construido su identidad artística actual. Los argentinos Un poyo rojo emocionaron al público en el mismo escenario con un potente y provocativo espectáculo con el mismo título, mezcla de acrobacia, danza, humor y sexualidad, que nos mostró las posibilidades físicas y espirituales del ser humano. Y los gestos y el lenguaje corporal de Alba, de la compañía francesa Théâtre du Mouvement, lograron sumergir al espectador sin pronunciar una sola palabra en el luto y la reclusión asfixiante impuesta por Bernard a sus hijas. Una adaptación libre de la obra de Lorca La casa de Bernarda Alba en la que las ansias de libertad de estas mujeres se convirtieron en un magnético canto silencioso.
La Premio Nacional de Danza Sol Picó agotó también todas las localidades del Poliesportiu Cobert, espacio que acogió su último montaje, Dancing with frogs, en el que con un lenguaje trasgresor y de aparente caos nos cuestionó el mundo de la masculinidad. El público de esta 29ª edición quedó también atrapado con Antero, al que dio vida la prestigiosa malabarista y realizadora noruega Frida Odden Brinkmann en el Casal Jove. Un personaje en el que la artista se desdobla para hablar de la soledad y de la nostalgia con un trabajo de gran precisión física, técnica y visual.
En su apuesta por acercar el teatro gestual a todo tipo de público y la captación de nuevas audiencias, la programación del MIM realizada en las calles y plazas logró también una asistencia masiva. El escenario dispuesto en la plaza del Ayuntamiento se vio abarrotado de público en las diferentes funciones. Actuaciones muchas de las cuales ya han quedado grabadas en la memoria colectiva como la que realizó, entre otras muchas, la reconocida compañía británica Gandini Juggling que con sus imposibles malabarismos de Smashed dejó al público perplejo con decenas de manzanas y juegos de té volando por el aire en una coreografía sincronizada llena de ritmo y humor.
Impactante y estremecedora fue la actuación del dúo francés L’art est Creation, cuyos integrantes, convertidos en ángeles humanos, bailaron por el cielo de la Plaza de San Pere a 18 metros de altura con un espectáculo de vértigo, The angels dance, cargado de poesía. Difícil fue también encontrar un hueco libre entre la multitud para ver de cerca el trabajo de Joan Català, Pelat; el del xileno Murmuyo, ¡Fuera!; o el montaje de los vascos Ertza, Meeting point y de Lurrak Antzerkia, Lurrak, entre otros muchos. Gran atención acaparó también la compañía sevillana Danza Mobile, Premio Max de Carácter Social, con su último montaje En vano; el poderoso show musical nómada The batt mobile, de los franceses Noman Swing; o el esperado working progress Look at me de Maduixa Teatre, compañía candidata a los Premios de las Artes Escénicas del IVC por su espectáculo Mulïer, estrenado en la pasada edición del MIM.
La Mostra Internacional de Mim a Sueca (MIM) está patrocinada por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Sueca, la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, y la Fundación Bancaja.
