AVEET apuesta por el teatro como herramienta educativa en los centros escolares

AVEET apuesta por el teatro como herramienta educativa en los centros escolares

La asociación profesional ha celebrado sus III Jornadas de creación de artes escénicas para la infancia y la juventud

Los participantes proponen un cambio del modelo actual de fomento del teatro en los institutos, donde se priman los objetivos curriculares 

La Associació Valenciana d’Escriptores i Escriptors Teatrals (AVEET), a partir de un encargo del Centre Teatral Escalante, celebró entre el 9 y el 12 de noviembre sus III Jornadas de creación de artes escénicas para la infancia y la juventud. La cita constó de un taller para escribir para adolescentes a cargo del dramaturgo Nando López y de un encuentro de profesionales.

Entre las conclusiones a las que se llegó durante las jornadas está las de constituirse en puente entre la educación y la cultura, por cuanto las asociaciones pueden ser un buen interlocutor para procurar sinergias que fomenten el uso del teatro como herramienta educativa.

Esta edición de las jornadas, una de las mesas redondas se dedicó a la creación de artes escénicas para adolescentes. Durante su celebración se pusieron de manifiesto las trabas a las que se enfrentan las compañías y los autores especializadas en el público juvenil.

“El término teatro infantil olvida esta franja de edad. Por una cuestión de horario, por temática y por falta de hábito, deja al adolescente en casa. Este público es el gran olvidado por un problema multicausal”, expuso Joan Nave, de la Companyia Esclafit Teatre, de Elche.

Por un lado, se subrayó que los programadores limitan la oferta para esta audiencia, por otro, que los creadores reducen su producción, y en último extremo, que la asistencia al teatro en los centros educativos se basa en la militancia esporádica de ciertos profesores.

“Hace falta una política regular estable para que los chavales sientan los espacios teatrales como propios. Lo habitual es que el enfoque de los contenidos en la edad de la pubertad sea tan pedagógico y paternalista que les provoque desafección”, lamentó Nando López, quien criticó que los alumnos vivan la experiencia cultural como un examen y que estén estigmatizados como un público que tiene un mal comportamiento en las salas.

A ese fin, para la AVEET, una de las asignaturas pendientes es educar a los educadores para que se constituyan en intermediarios que fomenten la afición al teatro entre los alumnos. Ese objetivo pasa por un cambio del modelo actual, en el que se priman los objetivos curriculares.

“Se han de revertir los motivos que fomentan la asistencia escolar al teatro y en su lugar darle valor como una herramienta educativa que fomente un crecimiento emocional y como una vía para conocer otras formas de entender el mundo”, argumentó la portavoz de AVEET, Sònia Alejo.

Nando López, en concreto, apostó por el fomento de la lectura teatral como un recurso pedagógico para que los adolescentes aprendan a enfrentar sus miedos y a encontrar su propia voz.

A ese respecto, los asistentes debatieron sobre la inexistencia de las artes escénicas en los centros de educación. En la escuela privada sí ha sido incorporada, pero en la pública tan solo se le dedican horas residuales.

Durante el encuentro profesional, también se incidió en las malas condiciones laborales, que si de por sí en las artes escénicas son precarias, en el ámbito de la creación para la infancia y la juventud se añaden ciertas especificidades que agravan más la situación.

Las jornadas han sido una nueva ocasión para visibilizar y poner en valor la creación dramatúrgica para la infancia y la juventud. Desde la AVEET, Alejo anima a las asociaciones “a ser generosas y valientes para llevar a cabo la ingente labor de inventarnos fórmulas para incidir y crear puentes en el ámbito educativo”.

Como destaca la diputada de Teatros Glòria Tello, “el éxito de esta tercera edición y sus conclusiones confirman la consolidación de estas jornadas y la necesidad de seguir propiciando espacios de aprendizaje, debate y reflexión que motiven a nuestros creadores y espectadores más jóvenes”. Y todo ello, matiza, “para situar a la dramaturgia infantil y juvenil en el lugar destacado que se merece”.

VT