“LOS ÚLTIMOS PAGANOS”, la versión teatral de la novela homónima del antropólogo y poeta Luis Díaz Viana, ganadora del premio Ciudad de Salamanca de Novela 2010, llega el 16 y 17 noviembre, a las 20.30h., a la Sala Russafa de Valencia de la mano de la compañía de Teatro Guirigai.
La obra forma parte del VIII Ciclo de Compañías Nacionales de Sala Russafa. Es la quinta propuesta de una programación que ofrece obras venidas de distintos puntos de España para acercar al público valenciano piezas que no han tenido la ocasión de verse en los escenarios valencianos.
Bajo la dirección de Magda García Arenal, Guirigai lleva a escena el conflicto de la identidad de los pueblos a partir de una fábula teatral situada en la Hispania del siglo V. Una tragedia sobre la decadencia de una época, donde se da un combate feroz entre cristianismo y paganismo.
La versión teatral está firmada por el propio Díaz Viana y el dramaturgo Agustín Iglesias y presenta a los protagonistas, Antonio (Agustín Iglesias) y Vétula (Asunción Sanz), como dos náufragos en una villa romana resistiendo el asedio de bárbaros cristianizados. Buscan en los antiguos ritos y la ingesta de hongos el conocimiento para encontrar sentido a la destrucción y respuesta a su futuro.
El espectáculo es un viaje, unas veces lúcido y otras alucinatorio, buscando antiguas y permanentes respuestas. Una noche en medio de un “inmenso desastre” que toca temas universales como el enfrentamiento de los pueblos, el choque de religiones, donde la amistad se muestra como motor de vida.
Texto bellísimo de oscuras profecías, amor y magia. Con música de la antigua Roma reproducida por los instrumentos antiguos del grupo Synaulia, unida a fragmentos musicales de Arvo Pärt y Penderesky; una puesta en escena contemporánea para disfrutar de la palabra y entrar en una fábula mágica.
Una villa romana del siglo V, Nivaria, de las muchas que existen en el extenso territorio de la Vía de la Plata. Los invasores bárbaros aliados con los obispos cristian os ocupan poblados y villas, imponiendo el cristianismo como religión oficial.
El Señor de Nivaría, Máximo, acaba de ser asesinado. Su amigo Antonio vela su cadáver debatiéndose entre abandonar la villa o resistir en la batalla. Vétula, una sirvienta perteneciente a las tribus ancestrales de territorio,
heredera de las antiguas creencias y poseedora del conocimiento y poder de los hongos, será la guía chamánica que acompañará a Antonio al mundo de los muertos para despedirse de Máximo.
Threnody to the victims of Hiroshima de Penderecki
Frates for strings and percussion de Arvo Part
En todas las civilizaciones, incluida la grecolatina, se buscaban los efectos alucinógenos provocados para encontrarse con los antepasados y hablar con los dioses. Los misterios de Eleusis, los misterios órficos, en los cultos hindúes, en los de los chamanes de Méjico o Siberia, se encuentra siempre el consumo y utilización de los hongos alucinógenos que ayudabana transcender y comunicarse con el inframundo de los muertos.
El conocimiento que provocaba el poder de los hongos, ayudaban a indagar en el “inconsciente colectivo”, y es, sin duda, los orígenes de la religión.
El montaje recurre al corazón mismo del pensamiento religioso que es el viaje al inframundo, al encuentro y diálogo con los muertos.
Vétula y Antonio, en su viaje, se enfrentarán con el desasosiego de las almas que penan, con el despotismo del obispo Anselmo, con la victoria de Máximo en la batalla de Septimanca, con la destrucción de las villas romanas, el saqueo de Roma por los vándalos y, finalmente, Antonio, se encuentra con su amigo.
Charlan, como tantas veces hicieron, intentando encontrar una respuesta y un sentido al futuro que les amenaza.