Lola Herrera, Premio Max de Honor 2016
Considerada como una mujer apasionada por el teatro, sus inicios se remontan a los concursos radiofónicos de los años cincuenta, en los que participaba con su voz, cantando infinitas melodías, para luego trabajar en Radio Valladolid. Debutó en el teatro profesional con tan solo 20 años con El campanero de E. Wallace (1957), pero fue su encuentro con Vicente Parra el que marcó un punto de inflexión en su carrera. Junto a él, protagonizó dos obras de enorme repercusión a principios de los años sesenta: Cheri de Colette (1961) y Rebelde de Alfonso Paso (1962). Desde entonces, la vallisoletana no ha abandonado los escenarios.
Entre sus trabajos más relevantes cabe destacar la gira que realizó en 1976 por Europa con la compañía Tirso de Molina; el éxito alcanzado con Alicia en el París de las Maravillas de Miguel Sierra en 1978, época en la que además le fue concedida la Medalla del teatro de Valladolid; y sus excelentes interpretaciones en Juana del Amor Hermoso de Martinez-Mediero (1983); Las amargas lágrimas de Petra von Kant de Fassbinder (1985); Jugando a vivir de Roberto Romero (1988) y Los últimos días de Enmanuel Kant (1990) de Alfonso Sastre. En los últimos tiempos ha participado en Querida Matilde, adaptación de la obra de Israel Horovitz; Seis clases de baile en seis semanas de Richard Alfieri; Solas, adaptación de la película de Benito Zambrano y En el estanque dorado de Ernest Thompson, su última aparición hasta la fecha.
Pero si hay una obra de teatro de la que es imposible desligar el nombre de Lola Herrera, esa es Cinco horas con Mario. Su maravillosa y valiente interpretación del monólogo de Miguel Delibes, que estrenó en 1979, le ha valido el mayor reconocimiento de su trayectoria. El personaje de Carmen Sotillo, que ha encarnado a lo largo de tres décadas de forma interrumpida, le ha marcado profundamente tanto profesional como personalmente.
Teatro sobre las tablas y en televisión
Apasionada por los autores clásicos y modernos, nacionales e internacionales, Lola Herrera ha compaginado el teatro con sus apariciones en televisión. Desde principios de los años sesenta ha intervenido en multitud de obras de teatro filmadas para la pequeña pantalla como sus trabajos en Historias para no dormir, Estudio 1y Teatro de siempre. Igualmente ha participado en series como La casa de los líos (1996-2000), junto a Arturo Fernández; Un Paso Adelante y El Grupo, entre otras.Recientemente, ha sido la reina Isabel I de Inglaterra en La española inglesa, adaptación de la novela bizantina de Miguel de Cervantes.
Una carrera reconocida con galardones
Actriz de raza, el trabajo de Lola Herrera ha sido reconocido con numerosos galardones: la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes (1979); dos TP a la Mejor Actriz (1977 y 1979) y uno por su trayectoria (2009); la Antena de Oro (1969 y 2010); el Premio Ercilla de Teatro (2005) a toda una vida dedicada al teatro; el Fotogramas de Plata (2005 y 2006), el Premio Max a Mejor Actriz Protagonista (2006); la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (2007) y el Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert (2010).
Anteriores premiados
En los años anteriores el galardón ha recaído en Rosa Maria Sardà (2015); María de Ávila (2014); Ana Diosdado (2013); Julia Gutiérrez Caba (2012); José Monleón (2011); Josep Maria Benet i Jornet (2010); Miguel Narros (2009); Víctor Ullate (2008); Fernando Arrabal (2007); Pilar López (2006); José Rodríguez Méndez (2005); Francisco Nieva (2004); Alfonso Sastre (2003); José Tamayo (2002); Antonio Gala (2001); Adolfo Marsillach (2000); Antonio Buero Vallejo (1999) y en el Teatro de la Zarzuela (1998).
Tres premios especiales
Además de las 22 candidaturas a concurso a los Premios Max de las Artes Escénicas, el comité organizador concede 3 premios especiales: Honor, Contribución a las Artes Escénicas y Aficionado. Organizados por la Fundación SGAE desde 1998, los Premios Max, cuyo galardón está diseñado por el poeta y artista plástico Joan Brossa (Barcelona-1919/1999), impulsor de uno de los colectivos renovadores del arte español de posguerra, se han consolidado a lo largo de estos años como el reconocimiento más amplio en el ámbito de las Artes Escénicas en el Estado español.