“MARAPEZ” – Teatro Círculo

Teatro Destellos y el espectáculo “Marapez” de Catalina Landívar, con la Compañía LAGRADA, llegan al Teatro Círculo de Valencia los días 6, 7 y 8 Julio a las 20:30 horas. El Espectáculo cuenta con la dirección escénica de Luís Miguel G. Cruz y la interpretación de la actriz Antonia Domínguez, que forma parte del elenco habitual de Teatro Destellos.

Sinopsis:

Mara regresa a la piscina abandonada de la casa abandonada de su abuela que acaba de fallecer. Primos desconocidos aparecen de no se sabe dónde para vender la casa y, con ella, también la piscina abandona donde vive desde hace tiempo Pez. El pez con que el regalador de bañadores obsequió a Mara.

En ese silencio, al hablar con ese pez, Mara va desgranando los recuerdos de todo lo que ocurrió en la casa de su abuela. Una casa que se ha llenado de humedad, una casa que ha envejecido y se cae a pedazos.

Mara volverá a su infancia poblada por una combinación de ausencias: primero su madre, luego su abuela. MARAPEZ es una obra repleta de recuerdos, de veranos e inviernos y de agua turbia.

Fusión de niña y mujer

de humano y animal

de sueño y realidad

de vida y muerte.

Marapez brota desde un agua antigua y sumerge a todos en recuerdos que la aplastan y la empujan.

Mara- que ha sobrevivido en medio de las ausencias- vuelve a lo de su abuela a ser testigo de cómo la casa se cae a pedazos.

Así- frente al agua- será lo que alguna vez fue y podrá recordar a su mamá, a su abuela, a los gatos, a los demás.

Será todo aquello que atravesó el tiempo y perduró en medio de los dolores.

Marapezes una obra repleta de memorias, de despedidas y de viento helado.

Marapez es agua turbia y revuelta. Es un borde que cobija y arrastra. Es un fondo plagado de cosas no dichas y de tristezas de niña.

Marapez remueve escombros y cuenta. Mara es pez y pez es ella misma.

Mara respira y se lanza a su propia historia; a pesar del frio, de los nervios, de las muertes y de una soledad que parece condenarla.

Marapez es agua en el cuerpo. Es resto helado.

Es deseo de reconstruir su propia piel y de pedir a gritos lo que aún le pertenece.

Catalina Landivar