Polinyà Íntim se consolida en su sexta edición y pone al municipio en el mapa teatral contemporáneo
La calidad y originalidad de las propuestas, la diversidad de registros teatrales, la singularidad de los espacios de representación y la fidelización del público han marcado la sexta edición del festival Polinyà Íntim, realizada el pasado fin de semana en Polinyà de Xúquer.
“La buena acogida del público demuestra que las artes escénicas pueden ser un motor para la economía y la visibilidad de los pequeños municipios. El festival se ha consolidado edición tras edición y ha logrado poner a Polinyà en el mapa teatral contemporáneo”, señala su director artístico Julio Roger. Su apuesta por exhibir teatro multidisciplinar alejado de las fórmulas convencionales en entornos íntimos y acogedores, propiciando la interacción entre el público y los actores, ha logrado que el festival fidelice a su público: “Tenemos un público fiel que repite cada año, pero también vamos captando nuevas audiencias dando a conocer la localidad. Este año hemos tenido gente de Polinyà pero también nos han visitado de pueblos de alrededor como Riola, Sueca o Alzira, de lugares más alejados como Bunyol o Siete Aguas e incluso gente que ha venido desde València para vivir esta experiencia”.
El público disfrutó durante tres días, del 24 al 26 de noviembre, de una docena de propuestas escénicas “muy potentes” conectadas por el lema ‘Vivir es un acto político’. Espectáculos cuyo estreno en la Comunidad Valenciana acogió el festival “y que venían de exhibirse en espacios tan relevantes como La casa Encendida o los Teatros del Canal de Madrid”.
La implicación, colaboración y participación de los habitantes de Polinyà en el festival ha sido otro de sus logros ya que “este año se ha extendido más allá de los voluntarios y el apoyo de patrocinio de los comercios con la creación de un laboratorio escénico impulsado por una de las compañías participantes y desarrollado junto al alumnado de la escuela de teatro de la localidad”.
La programación de esta edición, diseñada para “remover conciencias y animar a la reflexión”, ha puesto su punto de mira en la inmigración, los refugiados por discriminación sexual, la memoria histórica desde el feminismo o las trabajadoras sexuales, entre otras temáticas. Una edición controvertida que ha abarcado desde el teatro de calle, la performance, espectáculos para público familiar e infantil, teatro documental, de comedia o incluso un cabaret underground.