SIN PALOMITAS NO HAY CINE
CARTA DE AVECINE Y FECE: SIN PALOMITAS NO HAY CINE
El pasado 6 de noviembre, la Conselleria de Sanidad decidió prohibir el consumo en el interior de los cines, y desde entonces las salas de cine valencianas han tenido que soportar el daño económico y de imagen que esta medida ha supuesto para el sector, sin ningún tipo de compensación, en un momento tan delicado como el que estamos viviendo y que, sin lugar a dudas, pone en riesgo la viabilidad futura del cine en Valencia.
Y es que durante estos cinco meses no solo hemos tenido que soportar las pérdidas por la prohibición en la venta de alimentos, sino que hemos vivido una imagen muy recurrente en nuestras taquillas que ha provocado una disminución adicional de espectadores en los cines valencianos: espectadores dispuestos a ver una película en el cine que cancelan la compra de la entrada porque no pueden comer palomitas.
Es indiscutible la asociación que existe en los espectadores entre ir a un cine y comer palomitas mientras ven una película, hasta tal punto que, para determinados films, es una relación indisoluble, y por tanto si no hay palomitas, no hay cine.
Hablamos de películas de corte familiar y de los grandes blockbusters (los grandes estrenos, principalmente americanos), estrenos que marcan la taquilla y consiguen movilizar a los espectadores de su casa a un cine y que por tanto constituyen la base para que el sector tenga buena salud.
El público de estas películas, las más importantes del año, de las películas que mantienen vivas, a nivel económico, las salas de cine, están abandonando los cines valencianos porque no se les permite comer palomitas mientras ven la película. Uno de cada tres espectadores, dispuestos a comprar la entrada, cancelan la compra en la misma taquilla al enterarse de la prohibición de consumir palomitas.
Los espectadores que han acudido a los cines durante estos meses, y han comprobado de primera mano, las medidas especiales de seguridad que el sector está aplicando, saben que ir al cine es una actividad segura, y no entienden que, siendo seguro ir al cine, no se les permita consumir dentro de la sala.
El consumo en el cine es perfectamente compatible con el uso de la mascarilla, retirándola única y exclusivamente en el momento del consumo, estando colocada en el resto de la sesión. Y el grado de cumplimiento de los espectadores (en aquellas zonas de España donde si está permitido el consumo) es muy alto. Este respeto es fruto del esfuerzo que ha realizado el sector a nivel de comunicación sobre el correcto uso de la mascarilla en una sala de cine y por supuesto, gracias al alto grado de responsabilidad de nuestros espectadores.
Si a una pérdida del 100% de la venta del bar hay que sumar un 33% de espectadores que cancelan la compra de entradas si no pueden consumir palomitas ¿Cómo van a sobrevivir las salas de cine de Valencia?
Quizás a esta pregunta debería contestar la Conselleria de Sanitat, quien de forma reiterada y haciendo caso omiso a cualquier argumento o propuesta que se le ha trasladado desde el sector, mantiene un no como respuesta desde hace cinco meses a la petición del sector de permitir el consumo de alimentos en los cines y que a día de hoy ni siquiera se han planteado aún estudiar el cambio de normativa.
Consumir palomitas en los cines no puede ser demonizado por las autoridades. Son ellos quienes, con sus medidas y restricciones actuales y su falta de voluntad por estudiar las propuestas del sector, están adquiriendo una responsabilidad sobre la viabilidad futura de los cines valencianos.
Asociación Valenciana de Empresarios de Cine (AVECINE)
Federación de Cines de España (FECE)